lunes, 4 de abril de 2011
RADIOGRAFÍA DE PROYECCIÓN
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Una radiografía es una imagen registrada en una placa o película fotográfica. La imagen se obtiene al exponer dicha placa a una fuente de radiación de alta energía, comúnmente rayos X o rayos gamma. Al interponer un objeto entre la fuente de radiación y la placa o película las partes más densas aparecen con un tono más o menos gris en función inversa a la densidad del objeto.
El 8 de noviembre de 1895, el físico alemán Wilhelm Conrad Röntgen los descubrió accidentalmente cuando experimentaba con rayos catódicos. Su descubrimiento permitió la observación en vivo del sistema esquelético fácilmente visible en radiografías. En un principio los llamó rayos X debido a sus propiedades físicas desconocidas. Pero entonces hizo un sensacional descubrimiento: los rayos eran electromagnéticos, como las ondas de luz o de radio. También podían ser reflejados o quebrados. Sin embargo se diferenciaban de los rayos de luz porque eran de muy alta potencia, lo que los hacía capaces de penetrar la materia sólida.
Los rayos X pueden ser generados haciendo chocar corrientes de electrones en condiciones especiales. Un tubo con filamento de vidrio al vacío en el cual se encuentran dos electrodos en sus extremos. El cátodo es un filamento caliente de tungsteno y el ánodo es un bloque de cobre en el cual esta inmerso el blanco. El ánodo es refrigerado continuamente mediante la circulación de agua, pues la energía de los electrones al ser golpeados con el blanco, es transformada en energí térmica en un gran porcentaje. Los electrones generados en el cátodo son enfocados hacia un punto en el blanco (que por lo general posee una inclinación de 45°) y producto de la colisión los rayos X son generados. Esto crea los rayos X, que pueden ser plasmados en material fotográfico o en una pantalla fluorescente.
Un tubo de rayos X y una pantalla luminosa, son los dos componentes más importantes de equipo de diagnóstico radiográfico. El objeto de estudio es colocado entre la fuente de rayos y la pantalla. Cuanto más denso sea el material, más radiación absorbe. La imagen del objeto que aparece en la pantalla (por ejemplo un hueso) es oscura. Ocurre exactamente lo opuesto con materiales más penetrables como la piel y los músculos.
El diagnóstico con rayos X puede ayudar a detectar fracturas, cáncer de huesos u osteoporosis, una enfermedad que disminuye el grosor del tejido óseo.
IMAGEN POR RESONANCIA MAGNÉTICA
Una imagen por resonancia magnética, (IRM) también conocida como imagen por resonancia magnética nuclear es una técnica que utiliza el fenómeno de la resonancia magnética para obtener información sobre la estructura y composición del cuerpo.
La resonancia magnética fue descubierta por lo físicos Edward Purcell y Félix Bloch (recibieron el premio nobel de física en 1952). Estudiaron el comportamiento de los núcleos atómicos en un campo magnéticos. Raymond Damadian demostró que existían diferencias significativas en los parámetros de RM entre los tejidos sanos y diversos tumores y en 1972 P Laterbur se dio cuenta que era posible utilizar esta técnica para producir imágenes, llegando a probar con seres humanos.
En un equipo de la resonancia magnética el principial componete es un imán es un capaz de generar un campo magnético constante de gran intensidad. Actualmente se utilizan imanes con intensidades de campo de entre 0'5 y 1'5 teslas. El campo magnético constante se encarga de alinear los momentos magnétic
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Esta proporción está gobernada por las leyes de Maxwell que, para un átomo de hidrógeno y un campo magnético de 1.5 teslas a temperatura ambiente, dicen que apenas un núcleo por cada millón se orientará paralelamente, mientras que el resto se repartirán equitativamente entre ambos estados, ya que la energía termica de cada núcleo es mucho mayor que la diferencia de energía entre ambos estados. La enorme cantidad de núcleos presente en un pequeño volumen hace que esta pequeña diferencia estadística sea suficiente como para ser detectada.
El siguiente paso consiste en emitir la radiación electromagnética a una determinada frecuencia de resonancia. Debido al estado de los núcleos, algunos de los que se encuentran en el estado paralelo o de baja energía cambiarán al estado antiparalelo o de alta energía y, al cabo de un corto periodo de tiempo, re-emitirán la energía, que podrá ser detectada usando el instrumental adecuado. Como el rango de frecuencias es el de las radiofrecuencias para los imanes citados, el instrumental suele consistir en una bobina que hace las veces de antena, receptora y transmisora, un amplificador y un sintetizador de RF.
Debido a que el imán principal genera un campo constante, todos los núcleos que posean el mismo momento magnético (por ejemplo, todos los núcleos de hidrógeno) tendrán la misma frecuencia de resonancia. Esto significa que una señal que ocasione una RM en estas condiciones podrá ser detectada, pero con el mismo valor desde todas las partes del cuerpo, de manera que no existe información espacial o información de dónde se produce la resonancia.
Para resolver este problema se añaden bobinas, llamadas bobinas de gradiente. Cada una de las bobinas genera un campo magnético de una cierta intensidad con una frecuencia controlada. Estos campos magnéticos alteran el campo magnético ya presente y, por tanto, la frecuencia de resonancia de los núcleos. Utilizando tres bobinas ortogonales es posible asignarle a cada región del espacio una frecuencia de resonancia diferente, de manera que cuando se produzca una resonancia a una frecuencia determinada será posible determinar la región del espacio de la que proviene.
En vez de aplicar tres gradientes diferentes que establezcan una relación única entre frecuencia de resonancia y punto del espacio, es posible utilizar diferentes frecuencias para las bobinas de gradiente, de manera que la información queda codificada en espacio de fases.
IMAGEN POR RESONANCIA MAGNETICA - CASO CLÍNICO
La cisticercosis cerebral es una forma de presentación de parasitosis cerebral causada por Tenia Soleum. A pesar de la escasa prevalencia lejos de las zonas endémicas, el incremento de los movimientos migratorios obliga a un mayor estado de alerta por parte del médico ante síntomas frecuentes como es una cefalea, sobre todo en pacientes con factores de riesgo epidemiológicos. El diagnóstico debe ser precoz y el tratamiento instaurarse lo antes posible, de lo contrario las consecuencias pueden ser fatales para el enfermo.
El diagnóstico se debe apoyar con estudios de imágenes: la tomografía computarizada (TC), así como la resonancia magnética (RM). técnica de elección en la práctica clínica, ya que es más sensible que la TC para diagnóstico de neurocisticercosis activa 12-14. La RM por su capacidad de producir imágenes multiplanares es excelente para identificar mediante el contraste de tejidos y los efectos del flujo a la neurocisticercosis, además la RM con medio de contraste muestra el quiste, su localización exacta, y la cercanía a estructuras neurales 11
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También se solicita una analítica de sangre, en la que existe leucocitosis con desviación izquierda, y una serología, en busca de un diagnóstico de confirmación, que resulta positiva para cisticerco. Con el diagnóstico cisticercosis cerebral, se instaura tratamiento específico con albendazol a una dosis de 400 mg cada 12 horas y dexametasona, así como analgesia. Después de una semana de tratamiento, en la que el enfermo experimenta una clara mejoría clínica, se realiza una RM de control (Fig. 2) que demuestra la reducción de tamaño de la lesión y una disminución de la dilatación ventricular. El paciente recibe el alta, veinte días después del ingreso, con la siguiente medicación: albendazol. 400 mg/12 h, dexametasona en pauta descendente y analgesia.
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